La UC se prepara para titular a su primera generación de profesores de Religión
La carrera, acreditada por la CNA, se ofrece desde el año 2015 en la universidad y se dicta entre las facultades de Educación y Teología. El programa ya cuenta con 55 matriculados y este año egresará al primer grupo de estudiantes.
Francisco Aravena (19) durante toda su vida escolar se destacó por obtener buenas notas y ser altamente participativo en la pastoral de su colegio. Una trayectoria escolar que le permitió entrar a estudiar Derecho a la Universidad Católica con 745 puntos PSU, lo que generó la aceptación rápida entre sus familiares y amigos. Sin embargo, algo faltaba, y durante el segundo semestre de la carrera en 2018 tuvo un giro vocacional y apostó por cambiarse internamente a Pedagogía en Religión Católica dentro de la misma universidad.
La decisión fue difícil, admite, pero “hoy me veo enseñando y estoy dispuesto a dedicar todo mi tiempo trabajando por esto que siento que, también, es mi vocación”. Tras ya seis meses en la carrera que se dicta de manera interdisciplinar y que dirigen en conjunto las facultades de Teología y Educación de la UC, Francisco asegura que fue la mejor decisión de su vida. “Es una carrera que no sólo exige estudios, sino también, un modo de vida. Esta pedagogía genera un encuentro con todas las materias y cursos con un enfoque más profundo de la vida y de la identidad de las personas”.
Pedagogía en Religión Católica de la UC nació el año 2015 y ya cuenta con 55 estudiantes matriculados. Este año, por ejemplo, ingresaron 5 alumnas y 4 alumnos, que tienen en promedio 20 años y la mayoría egresó de colegios públicos (89%). Asimismo, la carrera se dicta en el marco de las Pedagogías UC que ofrece la casa de estudios bajo la apuesta de potenciar y relevar la labor de las y los profesores.
Con este impulso, en el año 2018, Pedagogía en Religión apostó por abrir la carrera en horario diurno y logró acreditarse por la Comisión Nacional de Acreditación, CNA, afinando su sistema de selección vía PSU. Hoy el puntaje de corte es de 550 puntos y es una apuesta de la UC por profesionalizar las pedagogías y valorar las clases de religión. Un escenario que está generando frutos con los 7 profesionales que este año egresarán del programa.
Según la decana de la Facultad de Educación de la UC, Lorena Medina, “tenemos la obligación de ofrecer al país profesores de religión formados a la altura de las demandas y la complejidad contextual, considerando – sobre todo - los problemas que ha tenido la iglesia. Necesitamos una educación abierta, crítica, democrática, pero también muy sólida en la formación teológica y religiosa que permita promover discusiones en las salas de clases, en las que los estudiantes realmente tengan la oportunidad de exponer sus inquietudes y que haya un docente formado sólidamente para responder a ese contexto”, explica.
Una opinión que respalda el Vicedecano de la Facultad de Teología, Guillermo Rosas, quien explica que este trabajo inter facultades es un enorme beneficio “porque la interdisciplinariedad ofrece un espacio de interacción posible entre lo académico y la investigación. En este caso, tanto Educación como Teología, se enriquecen con los alumnos que pertenecen y circulan. Hay que decirlo, el programa toma lo mejor de ambas facultades y lo canaliza en una carrera única”.
Solidez académica
La carrera se destaca por tener un currículum centrado en la práctica que permite a los estudiantes tener acercamiento con las salas de clases desde el primer año, al igual que el resto de las carreras de Pedagogía UC.
Todo este esfuerzo ya empieza a tener frutos y este año, la unidad se prepara para titular a su primera generación de profesores y profesoras de religión, quienes buscarán hacer eco de las enseñanzas de los cinco años de formación (9 semestres). Se trata de 7 futuros profesionales.
Nicolás Acevedo, quien está en la recta final para egresar del programa, dice que “el profesor de religión no hace catequesis, por lo tanto, la clase de religión tampoco debe serlo y tampoco hacemos clase sólo a los católicos, sino que buscamos que todos los estudiantes desarrollen la espiritualidad, mostrando a Cristo como la respuesta más completa, más plena, a las preguntas que presentan los estudiantes”.
Muchos de los estudiantes del programa saben que hay prejuicios en torno a la carrera. La alumna de primer año, Yinett Contreras, explica que “cuando uno comenta que quiere estudiar esto, la gente inmediatamente pregunta desde si es necesario hasta si hay campo laboral. Para mí es sumamente necesario y la carrera es desafiante pues tiene una alta exigencia académica como cualquier otra carrera de la UC. Nos ofrece muchas herramientas como las prácticas y la formación pedagógica, pero también orientación, nos deja explorar en nuestra vocación y la dimensión de la fe. Es muy completa”.
Respecto a la incertidumbre laboral, el director de la carrera, Javier Barros, se encarga de disiparla y explica que “constantemente tenemos peticiones de recintos educacionales para que enviemos a nuestros alumnos a práctica o para trabajar. Todo porque formamos a profesores capaces de dialogar con distintas sensibilidades religiosas y para respetar distintas posiciones e iluminarlos. Le ofrecemos al país algo necesario, no sólo para bien de la iglesia, sino que queremos formar personas con un bien espiritual que contribuyan a la sociedad para que ésta sea más justa, y darle un valor más humano a la vida”.