Gran convocatoria en el taller "Sobre la pregunta, el preguntar y el preguntarse en filosofía"
La actividad se realizó en el auditorio de la Facultad de Educación de la Universidad Católica y fue dictada por Walter Kohan, quien es profesor titular de Filosofía de la Educación y miembro del Núcleo de Estudios de Filosofías e Infâncias (NEFI) de la Universidad do Estado do Rio de Janeiro – UERJ.
¿Para qué, por qué? ¿Con quién, con qué finalidad? Fueron algunas de los inicios de preguntas que se repitieron durante todo el taller "Sobre la pregunta, el preguntar y el preguntarse en filosofía", organizado entre la Facultad de Educación de la Universidad Católica y la Asociación Latinoamericana de Filosofía de la Educación, ALFE.
La actividad fue gratuita y dictada por Walter Kohan, quien es profesor titular de Filosofía de la Educación y miembro del Núcleo de Estudios de Filosofías e Infâncias (NEFI) de la Universidad do Estado do Rio de Janeiro – UERJ.
“Lo más importante del aprendizaje es aprender a preguntar, esto es como una invitación a pensar”, explicó el experto durante la actividad que contó con casi cien asistentes. En el taller, Kohan le pidió al público escribir preguntas, pero con una sola condición: “No se pueden responder, sólo se pueden hacer preguntas a la pregunta. El objetivo es armar una gran pregunta de todas las preguntas”.
Ejemplo 1:
- -Pregunta inicial
¿Cómo cambia lo que cambia?
- -Pregunta de otro
¿Qué cambios estamos dispuestos a soportar, importa si todos quieren cambiar?
- -Pregunta de otro
¿Cambiar?
- -Pregunta nueva
¿Si la existencia está en un cambio permanente que te impide cambiar? ¿te parece si cambiamos?
Ejemplo 2:
- -Pregunta inicial
¿El violador eras tú?
- -Pregunta de otro
¿Qué te imaginas? ¿Si ella lo dice por qué no creerle?
- -Pregunta nueva
¿Cuándo comenzamos a ver al otro?
El ejercicio fue replicado por todos los asistentes, quienes generaron entre ellos más de 300 preguntas. “Por qué no nos hacemos algunas preguntas, por qué no preguntamos los que no preguntamos y, a veces, cuando alguien lo pregunta despertamos. Cuando uno amplía se expande todo infinitamente pues aumenta el campus de lo que se puede preguntar”, dice Kohan.
“Uno suele a pensar que la pregunta no dice nada, las preguntas solo son posibles a partir de ciertos saberes... A veces una pregunta no nos cae bien, no por lo que pregunta si no por lo que afirma”, explicó Kohan. Según el académico, a veces se aprender mucho más cambiando la pregunta y no respondiéndola.
Preguntar es abrir pensamiento
Kohan señaló que “la relación que se propicia con las preguntas en la trayectoria de vida escolar es de suma importancia pues abre el pensamiento. En vez de suponer que no sabe y responder por un alumno, por ejemplo, por qué no hacer una pregunta que puede generar conocimientos”, se pregunta el experto.
Escuchar una pregunta es escuchar una necesidad de pensar. “Cuando éstas no son escuchadas aprendemos que nuestro pensamiento no tiene interés. Cuando no se escucha una pregunta se mata el proceso de ver lo que la pregunta puede hacer”, agregó el académico.