Educación UC profundiza contenidos de Derechos Humanos
Un centenar de asistentes concurrió hasta la Facultad de Educación de la UC para el encuentro “Desafíos de la inclusión de la educación en Derechos Humanos en la Formación Inicial Docente”. La jornada contó con la participación de Ana María Rodino, doctora en Educación por la Universidad de Harvard.
Estudiantes y académicos se dieron cita en el Auditorio de la Facultad de Educación UC para participar del seminario que se planteó como objetivo profundizar en la discusión sobre las necesidades, desafíos y facilitadores con que se encuentra la formación inicial docente a la hora de incorporar contenidos sobre Derechos Humanos en la formación de los nuevos profesores del país.
La académica de la Facultad de Educación Marisa Meza fue la encargada de abrir la jornada explicando parte del contexto al que se enfrenta la discusión sobre Derecho Humanos. “Los estudiantes de Pedagogía recurren de manera importante a instancias no atribuibles a la formación, vale decir, ámbito personal, familiar, amigos, para enfrentar situaciones éticamente conflictivas relacionadas con sus prácticas docentes”, sostuvo.
-Se cree que el ámbito ético es individual y personal, que tiene que ver con la formación de los padres y la casa. ¿Por qué tengo que discutirlo o recibir una formación universitaria sobre estos temas? Ante este escenario y discursos resulta fundamental reforzar en los profesores el carácter disciplinar que tiene la educación en Derechos Humanos -sostuvo.
La principal oradora de la jornada fue la profesora Ana María Rodino, quien ha trabajado en el Instituto Interamericano de Derechos Humanos, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia y la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
Respecto a los aspectos pedagógicos, la experta enfatizó la necesidad de “profundizar el enfoque de DDHH sobre los diversos temas que se incluyen en el currículo de la educación formal, especialmente los menos analizados desde esta perspectiva. Es clave profundizar el tratamiento didáctico de los temas curriculares: elaborar metodologías participativas y materiales de apoyo acordes”.
La académica argentina destacó la dimensión práctica que debe tener la educación en Derechos Humanos, asegurando que no basta con impartir contenidos, sino se hace un seguimiento a los resultados. “Debe ser tarea también de los docentes el hacer diagnósticos sobre el respeto efectivo a los DDHH que se evidencia en la cotidianeidad de la gestión y la práctica escolar; sensibilizar a todos los actores de la comunidad educativa sobre la importancia de incorporar esta dimensión y monitorear su cumplimiento efectivo”.
El seminario “Desafíos de la inclusión de la educación en Derechos Humanos en la Formación Inicial Docente”, también contó con la presencia de Enrique Azúa y María de los Ángeles Villaseca del área de Educación del Instituto Nacional de Derechos Humanos. Los académicos presentaron parte del panorama legislativo y curricular que vincula a los Derechos Humanos con la formación de los escolares chilenos.
“La Ley General de Educación establece que la educación es el proceso de aprendizaje permanente que abarca las distintas etapas de la vida de las personas y que tiene como finalidad alcanzar su desarrollo espiritual, ético, moral, afectivo, intelectual, artístico y físico, mediante la transmisión y el cultivo de valores, conocimientos y destrezas. Se enmarca en el respeto y valoración de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, de la diversidad multicultural y de la paz, y de nuestra identidad nacional, capacitando a las personas para conducir su vida en forma plena, para convivir y participar en forma responsable, tolerante, solidaria, democrática y activa en la comunidad, y para trabajar y contribuir al desarrollo del país”.
Por su parte, la docente de la Universidad del Bío Bío, Rossana Ponce de León, explicó parte de los esfuerzos que se han hecho en su universidad por incorporar al currículo contenidos vinculados a DDHH. En este marco destacó ramos y diplomados que los relevan, pero aseguró que se debe seguir trabajando por una mirada sistémica que permita articular estas acciones. “En las acciones de apoyo muchas veces existe confusión entre asistencialismo y paternalismo. Sigue existiendo una resistencia a cambiar el lenguaje, la manera de expresarnos y referirnos a los otros”, destacó.
En tanto la académica UDP, Pilar Muñoz, así como los académicos de la USACH, Karen Bascuñán y Jorge Sánchez, narraron algunos de los esfuerzos y experiencias que ha dejado la incorporación de contenidos en DDHH en sus respectivas universidades. En el primer caso a raíz del ramo obligatorio para primer año de Pedagogía General Básica “Derechos Humanos y Diversidad”, y en el caso de la USACH a través del Diplomado Didácticas inclusivas en lenguaje y comunicación, desde la perspectiva de educación en derechos humanos.
“Un trabajo adecuado de educación en Derechos Humanos en formación universitaria debe considerar que trabajamos con jóvenes herederos de un silencio generacional y de un conflicto político y social, expresado en las diversas narrativas históricas expresadas por los estudiantes. Esta realidad identitaria debe ser reconocida, analizada e incorporada”, sostuvo Pilar Muñoz.
La profesora de la UDP afirmó que “la elaboración de material educativo de promoción de los DDHH por parte de los propios estudiantes es una instancia fundamental para su apropiación de los objetivos del curso, pues éstos se presentan como una herramienta para su presente ciudadano, y no sólo para su futuro profesional”.
El seminario “Desafíos de la inclusión de la educación en Derechos Humanos en la Formación Inicial Docente”, se desarrolló con el apoyo del proyecto Fondecyt 11121407, que lidera la académica UC Marisa Meza.
INFORMACIÓN PERIODÍSTICA
Luis Gómez.