Monseñor Zani: “La escuela debe ser escuela, no una parroquia”
“La escuela debe enseñar de manera efectiva y con excelencia a todos sus alumnos, sin distinciones. Pero, al mismo tiempo, se requiere un proyecto educativo, que inspire cristianamente a la comunidad”, declaró el secretario de la Congregación para la Educación Católica del Vaticano durante un encuentro en la Facultad de Educación de la UC.
Luces y orientaciones sobre la compleja y desafiante misión de las escuelas y universidades católicas en el mundo globalizado y plural de hoy entregó Monseñor Ángelo Zani, secretario de la Congregación para la Educación Católica del Vaticano, durante un encuentro celebrado con autoridades, académicos, profesionales de apoyo y administrativos de la Facultad de Educación de la UC, el pasado jueves 03 de septiembre en el campus San Joaquín.
La decana de la Facultad anfitriona, profesora Lorena Medina, dio la bienvenida a la actividad destacando que la presencia de Monseñor constituía “un privilegio, una muestra de la importancia que la educación tiene para la Universidad Católica de Chile”.
Similar opinión manifestó el gran Vice Canciller de la UC, Padre Cristian Roncagliolo, quien declaró que “la Facultad de Educación debe ser tarea prioritaria, porque la educación es una tarea prioritaria de esta universidad y de la Iglesia chilena”.
Monseñor Ángelo Zani partió saludando a los presentes y, a través de ellos, a todos quienes trabajan en universidades católicas de otros países, y manifestó su alegría de estar en una facultad de Educación; lugar donde dijo sentirse “muy cercano, ya que en allí he crecido y me he desarrollado en el ámbito personal”, recordó.
-Recién ordenado sacerdote fui designado a trabajar a una escuela donde había estudiado el Papa Paulo VI. Desde entonces, he permanecido 40 años en el campo de la educación. Es un llamado, una misión especial –admitió.
Monseñor Zani recordó que en el mundo existen 210 mil escuelas católicas con 60 millones de alumnos, y 1.800 universidades católicas con 10 millones de alumnos. En Latinoamérica, en particular, detalló que en el último tiempo se han abierto unas 2.900 nuevas escuelas católicas en distintos países de la región. “No todos los alumnos ni los profesores son católicos, pero estas instituciones educativas son instrumentos extraordinarios de evangelización. No todos los alumnos participan necesariamente de la fe católica, pero sus familias y entorno valoran la educación católica” destacó.
“La escuela debe ser escuela, no una parroquia. Debe enseñar de manera efectiva y con excelencia a todos sus alumnos, sin distinciones. Pero, al mismo tiempo, se requiere un proyecto educativo, que inspire cristianamente a la comunidad”, declaró el secretario de la Congregación para la Educación Católica.
Monseñor Zani reiteró que una escuela católica es una escuela de puertas abiertas, “cuyos destinatarios son todos y todas, con un proyecto que se erige desde la propia identidad cristiana, y que se esfuerza por ofrecer una formación que siempre es de calidad y excelencia”.
Al respecto, Monseñor recordó el ejemplo de Indonesia, donde un 94% de la población se declara musulmana, pero que tiene una extensa red de escuelas y universidades católicas que se destacan por su calidad y compromiso social. “La propia embajadora nos pidió hace poco que fundemos más escuelas. La Iglesia parece ser la única institución capaz de enfrentar estos desafíos educacionales”, valoró.
-Lo más importante para el bien de la Humanidad es la formación de la personas. La educación es la única solución –sentenció.
Misión e identidad de las universidades católicas
Posteriormente, la autoridad del Vaticano se refirió de manera especial al rol de las universidades católicas del mundo, señalando que estas instituciones siempre deben aspirar a niveles de excelencia académica y, al mismo tiempo, aportar con decisión al momento y la sociedad en la que les toca habitar. “Esta es una época de movilidad e internacionalización de los estudiantes, y tenemos que saber cómo afrontar y dialogar con un mundo plural y globalizado, desde una mirada cristiana y comprensiva”, llamó.
El Doctor en Teología agregó que “siempre hay que invertir en el docente, porque el docente es el pilar fundamental de la institución académica”.
Frente al aniversario 50° del Gravissimum Educationis del Concilio Vaticano II, Monseñor Zani dijo que “hay necesidad de volver a los principios, pero al mismo tiempo, de manera renovada”.
Por ello, Monseñor Zani recordó que a finales de año se celebrará un Congreso en Roma que debatirá justamente sobre identidad y misión de la escuela y universidad católica, expresados en cuatro ejes temáticos.
-Se reflexionará sobre las personas que están involucradas en el proceso educativo, considerando que el primer sujeto educativo es la familia, y luego viene la escuela y el Estado. También trabajaremos sobre la formación de los formadores; la preparación, el acompañamiento, la capacitación y la evaluación de los profesores –adelantó.
Consultado por la discusión política que enfrenta Chile debido a la reforma educacional en marcha, Monseñor enfatizó que “un país que quiere crecer y ser desarrollado debe enriquecer la pluralidad de modelos educativos, que provengan de distintas instituciones y miradas de la sociedad (…). La discusión no debe centrarse tanto en si es gratuita o no la educación, sino en qué tipo de sociedad se busca construir. En algunos países el Estado paga toda la educación, y en otros no paga nada” recordó.
Por último, Monseñor Zani también adelantó que uno de los desafíos de la Congregación es redactar una nueva Carta Marga en Educación, un nuevo documento que sirva para nutrir los próximos decenios de educación católica a nivel mundial.
Texto: Francisco Zabaleta, Facultad de Educación UC fzabaleta@uc.cl