Investigadores del CEPPE expusieron ante Comisión de Educación del Senado
Alejandro Carrasco sostuvo que para reducir la selección se requiere disminuir el poder de los sostenedores sobre la composición de la matrícula y traspasárselo a entidades independientes en el nivel local.
El subdirector académico del centro, Alejandro Carrasco, junto al investigador Ricardo Paredes fueron invitados a presentar sus opiniones y evidencias sobre la Reforma Educacional en marcha.
“Máxima gradualidad en su puesta en régimen y detallado análisis proyectivo en su implementación”, aconsejó el investigador Alejandro Carrasco respecto de la implementación de las propuestas del proyecto sobre lucro, selección y copago que contempla la Reforma Educacional. El investigador del Centro de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación, CEPPE UC, Alejandro Carrasco, fue invitado a exponer ante la Comisión de Educación del Senado el pasado lunes 17 de noviembre. Junto con él participó también como experto del CEPPE el profesor Ricardo Paredes.
Alejandro Carrasco argumentó que las modificaciones propuestas afectan el patrimonio y modifican los incentivos para los sostenedores, “porque introducen nuevas reglas contraculturales para las familias y porque, dada la estructura de mercado del sistema escolar chileno, es muy incierto y quizá impredecible el comportamiento que tendrán los agentes educativos”. Sin embargo, agregó que, al margen de lo anterior, “es un proyecto que permitirá avanzar a largo plazo hacia una sociedad más democrática y desarrollada”.
Ante los senadores Fulvio Rossi (presidente de la Comisión), Andrés Allamand, Jaime Quintana, Ena Von Baer, Carlos Montes e Ignacio Walker, los académicos de la UC plantearon sus opiniones y aportaron evidencia de sus respectivos estudios sobre la Reforma Educacional en marcha.
Carrasco recordó que la selección en otros sistemas escolares en los países de la OCDE ocurre a contar de los 15 años de edad en promedio, y en los últimos años de la secundaria. “La condición de base para aceptar la selección es que todos los alumnos poseen trayectos educacionales previos de calidad, y que la selección no tiene mayores consecuencias en el ingreso a la educación superior, y tampoco repercute en pronunciadas brechas salariales futuras. En Chile, ocurre lo contrario dadas nuestras inequidades, y la selección incluso tardía deviene injusta ante el impacto del nivel socioeconómico sobre el talento adquirido”.
En particular, sobre el proyecto de fin a la selección, el sociólogo agregó que la evidencia empírica indica que la ley vigente no se cumple y que la selección en educación básica ocurre en una magnitud considerable, en establecimientos de todas las dependencias. “Ocurre con independencia al nivel de demanda de la escuela, tiende a concentrarse en establecimientos de mayor homogeneidad socioeconómica y académica y la práctica selectiva más usada es la sesión de juegos que busca pesquisar la capacidad de los niños/as para desenvolverse óptimamente en las rutinas y actividades escolares. De modo tal, que las escuelas, financiadas con fondos públicos, seleccionan con sofisticación a quiénes educar, en lugar que las familias elijan dónde educar a sus hijos-“, aseguró.
Por esa razón, Carrasco argumentó que el proyecto de ley actual “puede devenir en letra muerta, tal cual sucedió con la Ley 2009 que prohibía seleccionar hasta 6º básico. En particular, porque no modifica la estructura totalmente descentralizada de postulación y asignación de cupos existente”.
Y agregó que para reducir la selección se requiere cambiar el esquema de control de la admisión, reduciendo el poder de los sostenedores sobre la composición de la matrícula y traspasándoselo a entidades independientes en el nivel local. “Un proyecto adecuado sería tener un sistema centralizado a nivel local de gobierno independiente, que organice la postulación y asignación. Nada de eso hace el proyecto en su forma actual y eso hace suponer que los objetivos buscados, como ampliar libertad de elegir, podrían no alcanzarse”, advirtió el subdirector de CEPPE.
Paredes: diferencias pueden importar
El profesor de la Escuela de Ingeniería Ricardo Paredes abordó en su presentación las tres variables de análisis de la reforma: lucro, segregación y copago. Sobre la relación entre lucro y aprendizaje, señaló que, al menos en la definición legal, no es obvio que el lucro conlleve “retiro de recursos que de otra forma quedarían en la educación”, y que por lo tanto, la relación lucro aprendizaje requiere de estudios empíricos.
De acuerdo al investigador, los pocos estudios que existen en el país sugieren que las escuelas particulares con fines de lucro en promedio son peores que las sin fines de lucro, pero que para propósitos de política pública, los estudios también indican que las municipales son, en promedio, algo peores que las con fines de lucro.
Sobre la relación entre lucro y segregación, el profesor Paredes indicó que los incentivos para lucrar pueden alinearse con no segregación, como por ejemplo, aceptando a todos los alumnos, incluyendo a los de mayor vulnerabilidad, puesto que si bien son más costosos de educar, ello está cubierto por la ley SEP.
A la hora de las reflexiones finales, Paredes comentó que la calidad de la política depende de alternativas: apuntar a los “malos colegios” en integración y aprendizaje. “Hay que apuntar a escuelas, no a tipologías; apuntar a comunas que lo hacen mal”, reiteró.
Por último sostuvo que el requerimiento de comprar infraestructura para “controlar lucro” es peligroso para la calidad. “Sólo mostrará un cambio en la composición de matrícula (por la vía de cierre o traspaso al Estado), cerrándose colegios que son de mejor calidad que los que permanecen. La alternativa de arriendo regulado es equivalente a la obligación de compra, pero permite supervivencia de colegios”, concluyó.
INFORMACIÓN PERIODÍSTICA
Francisco Zabaleta, fzabaleta@uc.cl