Ex estudiantes de la UC y jóvenes con Síndrome de Down compartieron talleres de cocina saludable en Campus Oriente
El Centro UC Síndrome de Down y la Fundación Juan Pablo II se unieron en una singular experiencia que dejó positivos resultados para aprendices e instructores. Entre octubre y noviembre, la Fundación Juan Pablo II, a través de sus embajadores –ex alumnos de la UC becados por la Fundación- realizó cuatro talleres de cocina y alimentación saludable a jóvenes con Síndrome de Down. Nutrición y salud oral fueron parte de los temas tratados en las sesiones.
Durante cuatro sábados consecutivos el Centro UC Síndrome de Down, ubicado en el campus Oriente de la Universidad Católica, fue el lugar de encuentro entre una decena de jóvenes con Síndrome de Down de la Región Metropolitana y ex alumnos de la UC provenientes de diversas disciplinas como la astronomía, educación, ingeniería y biología, entre otras.
Fue así como el Centro UC Síndrome de Down convirtió su salón principal en una gran cocina para que instructores y aprendices compartieran en torno a la buena mesa. “El taller ha sido impartido por los miembros de la Fundación Juan Pablo II en diversas ocasiones, para niños y jóvenes. Sin embargo, ésta es la primera vez en la que participan jóvenes con Síndrome de Down. Lo cierto es que la experiencia fue maravillosa, maestros y aprendices compartieron sus sabidurías en el arte culinario y en las habilidades sociales, se sorprendieron e influyeron mutuamente”, sostuvo la profesora de la Facultad de Educación UC y miembro del comité ejecutivo del Centro UC Síndrome de Down, Verónica Lillo.
Durante cuatro jornadas, los ex Becados de la Fundación Juan Pablo II compartieron sus conocimientos con un grupo de jóvenes que asistió con motivación y persistencia a cada una de las clases. La gran asistencia de los jóvenes y el compromiso de sus instructores, fueron elementos clave para unas jornadas que dejaron un dulce sabor entre el equipo organizador, los participantes y sus familias.
El objetivo central de este Taller está concebido como una oportunidad de aprendizaje sobre alimentación saludable, desarrollo de autonomía y de habilidades sociales. “Asistió un grupo de jóvenes bastante heterogéneo, compuesto por hombres y mujeres, entre 16 y 30 años de edad, con experiencias escolares muy disimiles entre sí, cuyos logros nos dejaron una gran satisfacción. Ahora, nuestra idea es seguir desarrollando este tipo de experiencias de trabajo colaborativo, con el fin de impactar a un número cada vez mayor de personas con Síndrome de Down y de estudiantes becados por la Fundación Juan Pablo II. El trabajo que realiza Rosana Latuf en esta Fundación es extraordinario, estamos muy agradecidos”, agregó Verónica Lillo.
En el contexto de este taller, la profesora de la Escuela de Odontología y miembro del comité ejecutivo del Centro UC Síndrome de Down, Dra. Paulina Humeres, desarrolló una actividad complementaria sobre hábitos de higiene oral y el adecuado uso de la técnica del lavado de los dientes. Un tema de vital importancia y de preocupación constante para estos jóvenes y sus familias.
Las Jornadas de Cocina Saludable se enmarcan en la misión apostólica de la Fundación Juan Pablo II, que con 28 años de historia ofrece becas a estudiantes de mérito académico y personal que verían imposibilitada su formación profesional si no recibieran esta ayuda.
A la fecha 607 jóvenes se han titulado de sus carreras (de la UC y otras Universidades) gracias al apoyo de la Fundación Juan Pablo II y como parte de su formación integral, tanto becados como ex becados participan de distintas actividades sociales como talleres, cursos y charlas, entre otras.
Rosana Latuf, Gerente de la Fundación, comenta “para nosotros fue una gran experiencia, si bien habíamos trabajado con otros jóvenes y niños en cocina saludable, no teníamos la experiencia con jóvenes con síndrome de Down, por esta razón quisimos hacer este piloto con nuestros ex becados que son jefes de los diferentes apostolados, aplicando nuestro programa de cocina. Luego de capacitarnos y prepararnos realizamos algunos ajustes específicos para lograr mayor efectividad en el programa. Nos encontramos con un grupo de Jóvenes muy motivado, responsables y receptivos a nuestras enseñanzas, trabajaron esforzadamente en todas las recetas, logrando lo propuesto. En todo momento contamos con todo el apoyo de Verónica Lillo y de todo el Centro lo que nos facilitó muchísimo nuestra experiencia. Una de nuestras misiones es acercar mundos diversos y éste es sin duda un camino maravilloso para lograrlo.
Luis Gómez Abarca, periodista Facultad de Educación UC