François Dubet: “Escuelas actuales generan injusticias”
Invitado por la Facultad de Educación de la UC a visitar y exponer en Chile, el sociólogo francés analizó el rol de la escuela actual en un contexto de desigualdad.
En el seminario realizado el 9 de marzo también se dieron a conocer resultados de los proyectos FONDECYT “Construcción y ejercicio de autoridad pedagógica en enseñanza media actual y su contribución a la generación de un ambiente propicio para el aprendizaje” y “Clima escolar y gestión del conocimiento en la educación secundaria. Hacia una política de calidad pedagógica para la instrucción en Chile”, liderados por académicos de Educación UC.
El rol de la escuela en el contexto social actual y la construcción de la autoridad pedagógica, así como la reproducción de desigualdades en base al mérito académico de los estudiantes en el sistema escolar fueron temas de un encuentro académico que reunió a cerca de 150 profesores, investigadores y estudiantes en el campus San Joaquín de la UC y que tuvo como protagonista al sociólogo francés François Dubet, invitado a Chile por la UC.
En el encuentro también se dieron a conocer los resultados de los proyectos Fondecyt liderados por los académicos de la Facultad de Educación Guillermo Zamora y Luis Flores.
La decana de la Facultad de Educación, profesora Lorena Medina Morales, fue la encargada de inaugurar la jornada relevando la importancia del rol docente y su autoridad para el aprendizaje efectivo y la generación de oportunidades en los estudiantes.
“¿Qué formación docente reclama el contexto actual? ¿Qué implica esto para las instituciones que formamos profesores? Sin duda tenemos una gran responsabilidad sobre este crucial asunto y las reflexiones y discusiones que se pongan en el tapete en este y otros temas centrales, deben servir para generar el cambio que se requiere en la formación continua de profesores y una nueva manera de comprender el sentido del rol docente para el aprendizaje efectivo” señaló la autoridad.
Más adelante, la decana agregó que “el perfeccionamiento docente, la formación centrada en la práctica y la capacidad de promover capacidad de aprendizaje contextualizadas en la reflexión constante, se vuelve fundamental. Tenemos la tarea de repensar continuamente y en conjunto nuestro rol como docentes y como formadores de profesores, para así alcanzar una mejor comprensión del espacio escolar actual”.
Dubet: “La escuela produce desigualdades”
En su clase magistral, Francois Dubet recordó que desde los años ´60 se instauró la idea de que una escuela era justa si permitía el acceso de todos los niños y niñas a sus aulas. Justicia era, entonces, igualdad de acceso.
-La justicia escolar equivalía al acceso universal. Predominaba la creencia que la educación era emancipadora, la ideología de las luces. El rol de la escuela era formar ciudadanos emancipados y una nación integrada –recordó.
Sin embargo, al masificarse el acceso el paradigma cambia y el énfasis recae ahora en la igualdad de oportunidades, agregó. “Se trata de tener las mismas oportunidades de tener éxito en la escuela, tener las mismas opciones de ganar, como si fuera una competencia deportiva” señaló.
-La idea dominante es que la escuela neutraliza los efectos de las desigualdades sociales, y borra los efectos de la cuna o la herencia –precisó.
Francois Dubet argumentó en el eje central de su presentación que la igualdad de oportunidades no existe como tal, ya que “la escuela produce desigualdades y clasifica a los individuos que a ella asisten. La única diferencia es que estas desigualdades son consideradas justas por el resto de la sociedad, ya que dependen o se derivan del mérito de cada cual”.
-Las únicas desigualdades justas son las que tienen que ver con nuestro mérito, con nuestro desempeño personal. Si el niño tiene mayor capital cultural, más libros, más cultura en su casa, el niño tiene más opciones de ganar. Y eso, ¿es mérito personal? –se cuestionó el académico.
-Es un modelo cruel, ya que los vencidos, los perdedores, son responsables de su propio fracaso. El sistema les dice que no son suficientemente inteligentes, y esto no es así. ¿Es justo que los vencedores obtengan todos los premios, el prestigio, los mejores salarios, y los vencidos no obtengan nada?
-El mérito personal es una ficción, ya que yo no merezco ser inteligente o incapaz, uno no merece ser inteligente o no serlo. Simplemente se nace así, y sobre esas condiciones uno no tiene control –advirtió.
Por ello, Dubet planteó que el sistema escolar debería considerar no sólo el modelo de la igualdad de oportunidades, sino el de la igualdad de resultados.
-Una escuela con igualdad de resultados es un lugar donde los resultados de los mejores y de los peores estudiantes son lo más iguales posibles. Una escuela justa es aquella que trata de la mejor manera posible a los más débiles, es la que reduce la brecha entre los mejores y los peores alumnos.
François Dubet afirmó que “los países más radicales son aquellos que favorecen la igualdad de resultados en la escuela básica y en la media: sin notas, sin selección escolar, donde todos aprenden un mínimo de conocimientos necesarios para la vida. La especialización comienza en los últimos años de la secundaria” agregó.
-Es el mismo principio del salario mínimo. No se puede salir de la escuela sin un mínimo de cultura garantizada. En estas escuelas que se focalizan en la igualdad de resultados, los mejores ganan, pero los perdedores no pierden.
Crear una escuela justa significa dejar de lado la obsesión por clasificar y jerarquizar a los niños. Ya que la escuela forma parte de un sistema que no sólo reproduce, sino también recrea las condiciones de la injusticia escolar, finalizó.
Clima escolar y autoridad pedagógica
“Construcción y ejercicio de autoridad pedagógica en enseñanza media actual y su contribución a la generación de un ambiente propicio para el aprendizaje”, es el nombre del proyecto Fondecyt liderado por los académicos de la Facultad de Educación UC Guillermo Zamora, Marisa Meza y Pilar Cox, y que presentó algunos de sus resultados más relevantes durante el encuentro académico realizado junto al profesor Dubet.
“En nuestra investigación hemos observado una tendencia por parte de directivos y profesores a realizar una dicotomía entre las relaciones de autoridad y lo disciplinar de cada asignatura. Sin embargo, podemos observar que para los estudiantes la disciplina también es parte del saber y su relación es permanente. El respeto recíproco es un factor de suma importancia ya que también pudimos constatar que el respeto a los estudiantes se vive como respeto del profesor y para el profesor. Esta autoridad se va construyendo en el mutuo respeto y un saber disciplinar contextualizado”, sostuvo Guillermo Zamora.
En tanto, Mario Sandoval fue el encargado de presentar los resultados del proyecto Fondecyt “Clima escolar y gestión del conocimiento en la educación secundaria. Hacia una política de calidad pedagógica para la institución educativa en Chile”, realizado junto a los académicos Luis Flores y Jorge Baeza.
“En relación a la misión y visión de los establecimientos se puede concluir que todas ellas apuntan a formar un alumno integral, sin embargo, en la práctica los énfasis pedagógicos están centrados en lo académico, en lo cognitivo, en el rendimiento. En esta tensión entre lo integral y lo académico transcurre el proceso educativo”, sostuvo.
El académico agregó que según lo observado las evaluaciones estandarizadas representan una importante presión sobre el quehacer docente en la formación escolar. “Los profesores trabajan para los resultados, medidos con las prueba SIMCE y PSU; a pesar de no estar de acuerdo con ellas, ni compartir la idea que esas pruebas son indicadores de calidad de la educación, es tanta la presión ministerial y del medio que se ven obligados a focalizar su trabajo en los puntajes, en el ranking, en el rendimiento escolar expresado en números” afirmó al finalizar Mario Sandoval.
Nota: Francisco Zabaleta y Luis Gómez Abarca, Facultad de Educación UC