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¿Cómo la nueva Constitución transformará la educación chilena?

Expertas y expertos en educación se reunieron para profundizar en la discusión de la nueva propuesta constitucional que tendrá su plebiscito de salida y será votada por millones de chilenos el 4 de septiembre. El conversatorio se realizó de manera híbrida y contó con más de 300 participantes en total.

¿Es el fin de la educación particular-subvencionada? ¿El texto resguarda el derecho y la libertad de educación? ¿Cuáles son los principales cambios integrados en la propuesta constitucional? Estas y otras preguntas son las que han marcado la conversación en todos los recovecos del país a días del plebiscito de salida, que permitirá que millones de ciudadanas y ciudadanos decidan en las urnas si votan apruebo o rechazo por el texto constitucional que generaron los 154 constitucionales en un periodo de un año.

En este contexto se realizó el conversatorio “Nueva Constitución y educación: ¿Cómo transformará la educación del país?” , organizado por la Facultad de Educación de la Universidad Católica y realizado el 11 de agosto. En la instancia, moderada por el decano de la unidad, Alejandro Carrasco, participaron actores de distintos ámbitos de la educación, la sociedad civil y las políticas públicas:

 

Educación en la nueva Constitución

La propuesta constitucional garantiza el derecho a la educación en su artículo 35, pero ¿qué cambios se proponen? Para la ex-convencional Constituyente, Lorena Céspedes , el texto es un cambio paradigmático sobre “cómo vemos la educación y fortalece, además, el rol de las y los docentes”.

Según la representante del 23° distrito en La Araucanía, la propuesta redactada por 154 representantes, 19 de ellos docentes, integra “principios que la mayoría de los chilenos compartimos cuando nos preguntamos ¿qué queremos para la educación? Son principios que se desprendieron de la recopilación de diálogos en la iniciativa Tenemos que hablar de educación , como la calidad, la gratuidad, que sea una educación inclusiva e integral, y justamente todos estos elementos están en la norma constitucional”.

Todos estos cambios vienen a culminar un proceso de varios años, desde el 2006, con la “revolución pingüina” y la derogación de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza, LOCE, y luego en el 2011 el movimiento universitario que logró promulgar leyes como la Ley de Inclusión, gratuidad, Nueva Educación Pública, entre otras. Ahora, con la nueva Constitución se podrá realizar cambios acorde a las personas de forma más rápida, explicó la decana Valeria Palanza . Según la experta en institucionalidad y democracia, actualmente la Constitución y el sistema político limitan la capacidad de la ciudadanía de generar o solicitar cambios en distintas temáticas, algo que corregiría  la nueva propuesta: “En la Constitución actual las y los congresistas no pueden proponer legislación que implique gasto público y es un motivo por el que no se ha podido avanzar. Ese es uno de los cambios que hace la propuesta al sistema político, que permitirá hacer ajustes de manera más paulatina y alineada a necesidades de ciudadanía, algo que ahora es muy difícil".

En ese sentido, según el director del Centre UC , Ernesto Treviño, el actual sistema ha permitido anomalías en la distribución del poder político y económico en Chile: "Tenemos una Constitución vigente que es una Constitución de las cosas, no de las personas. No menciona a los niños, niñas, no menciona pueblos originarios. Menciona derechos sobre cosas pero no sobre personas”.

“Nuestro sistema escolar tiene un alto nivel de segregación y de vulneración de derechos de niños, niñas y adolescentes”, agregó el experto. “Tenemos una crisis como país formador, no solamente en la educación escolar, sino que es una crisis de carácter social en un país con alta concentración del ingreso y con grandes desigualdades”, añadió.

¿Se acaban los colegios particulares-subvencionados?

Sobre si la educación particular subvencionada se termina con la nueva Constitución, el director y fundador de Enseña Chile, Tomás Recart, fue claro y señaló que no. Sin embargo, explicó, si bien “habla de la libertad de enseñanza, es cierto que no propone una viga estructural que sostenga la educación particular-subvencionada, entonces el congreso podría influir, por ejemplo, en el financiamiento de estos establecimientos. La Constitución debe ser clara”.

El artículo 36, número uno, de la propuesta señala que “El Sistema Nacional de Educación está integrado por los establecimientos y las instituciones de educación parvularia, básica, media y superior, creadas o reconocidas por el Estado”. En ese sentido, según el decano Alejandro Carrasco, “se subentiende que entre las instituciones reconocidas por el Estado se encuentran los colegios particulares-subvencionados”.

Finalmente, según Ernesto Treviño, la nueva propuesta constitucional trata de hacerse cargo de los problemas estructurales en la educación y que puede ir mejorando en el futuro, siguiendo el mejor rumbo para el sistema: "Es un avance. No creo que la nueva Constitución lo resuelva todo, por eso es responsabilidad de nosotros, las y los ciudadanos, encarnar esos desafíos y este nuevo paradigma".

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